“En breve llegaremos a septiembre, la mayoría de los adultos habrá
terminado sus vacaciones, y los niños tendrán que reincorporarse al
colegio. Esto es algo que cuesta tanto a padres como a hijos…Pero
siguiendo algunos consejos, la vuelta a la rutina se nos hará menos
dura”. Artículo para EFEsaludde la psicóloga Silvia Álava
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IMAGEN: farodevigo.es |
En breve
llegaremos a septiembre, la mayoría de los adultos habrá terminado sus
vacaciones, y los niños tendrán que reincorporarse al colegio. Esto es algo que
cuesta tanto a padres como a hijos. Pasamos de disfrutar del tiempo libre, de
la libertad de no tener horarios estrictos marcados por la hora de tener que
entrar a trabajar o al colegio, a que el despertador vuelva a sonar cada
mañana. Pero siguiendo algunos consejos, la vuelta a la rutina se nos hará
menos dura.
Todos, los
adultos, pero especialmente los niños, necesitamos un periodo de adaptación.
Los horarios en el verano son más flexibles, la hora de acostarse y de
levantarse se modifica.
Es
conveniente que unos días antes de empezar el colegio, (lo ideal sería empezar
a hacerlo la semana de antes), reajustemos los horarios a los que
tendremos a lo largo del curso escolar. Vamos a acostar y a levantar a los
niños a la hora establecida para ir al colegio (no esperar hasta el primer día
de curso para comenzar los madrugones), y ajustemos también el horario de las comidas. Desayuno, comida y cena a
la misma hora que en el comedor escolar, y además pondremos un tiempo límite
para las mismas, al igual que ocurre a lo largo del curso.
Elijamos
nuevos proyectos que nos motiven para realizar este curso escolar, como por ejemplo, comenzar una
nueva actividad extraescolar, o retomar una que ya le gustaba al niño.
Escucha a tu
hijo. Es muy
habitual sentir un poco de miedo ante lo desconocido, como por ejemplo, en qué
clase me va a tocar, qué profesor tendré, o si el curso será muy difícil. Es
bueno que sienta que sus preocupaciones son importantes para ti, que le
escuchas y que le apoyes, pero sin reforzarlas. Una vez que se ha desahogado,
explícale que es normal estar un poco nervioso pero plantéale que él puede, que
por supuesto que va a conseguir superar el curso, hacer muchos amigos y
pasárselo muy bien, y que además entre todos haréis un plan para que le sea más
fácil conseguirlo.
Empecemos el
curso con buen pie. Desde el
primer día, podemos llegar a un compromiso por parte de los niños en el que se
comprometerán a adquirir unos buenos hábitos y autonomía en el estudio, por
ejemplo: responsabilizarse de su mochila y que sean ellos quienes la dejen
preparada por la noche. Este curso se acabó buscar la flauta o los deberes por
la mañana.
Apuntar los
deberes en la agenda. Debemos
dejarles claro desde el inicio del curso, que esta es su responsabilidad, que
ellos son los que tienen que saber qué hay que hacer o la materia a estudiar, y
en caso de dudas, lo resolverán los propios niños llamando a un compañero de
clase. Se acabó el chat de padres y madres donde se cuelgan los deberes. Cada
niño será responsable en primera persona.
Llevar el
material correspondiente. Si algo se les olvida, deben de ser ellos quienes lo resuelvan o los que
asuman las consecuencias de su distracción.
Llevar los
estudios al día, procurando
repasar o hacer resúmenes y esquemas a diario, para evitar los agobios de
última hora cuando no da tiempo a preparar los exámenes.
Leer todos
los días un ratito. Desde el
inicio del curso se puede establecer que se irán quince minutos o media hora
antes a la cama para sacar ese tiempo de lectura.
En
definitiva, vivamos el cambio como algo positivo, es verdad que estar de
vacaciones es muy agradable, pero volver al trabajo y al colegio también puede
serlo. Por eso, enfoquemos las cosas positivas: vas a ver a tus amigos, jugarás
en el recreo, quedarás con ellos, puedes contarles todo lo que hiciste en
vacaciones, vas a aprender cosas nuevas…
AUTOR: Silvia Álava
FUENTE: http://www.efesalud.com/noticias/la-vuelta-al-colegio-como-volver-a-la-rutina-por-silvia-alava/