martes, 25 de septiembre de 2018

¿POR QUÉ SON NECESARIOS LOS PROGRAMAS DE CONTROL PARENTAL?


Internet ya es una herramienta cotidiana para los más jóvenes. Sin embargo, su uso inadecuado puede provocar riesgos. Es recomendable instalar un programa de control parental en sus dispositivos: te contamos en qué consiste y cuáles son sus funcionalidades.
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Redes sociales y móviles


Dos de las principales preocupaciones que se manifiestan al hablar de menores e Internet están relacionadas con las redes sociales y el uso de los teléfonos móviles. En el primero de los casos porque en España la edad mínima legal para que un joven tenga su perfil en redes sociales (casos de Facebook e Instagram) es de 14 años, y en el segundo porque son varias las investigaciones que afirman que empiezan a utilizar su primer terminal entre los 9 y los 12 años. “Como la función de los programas de control parental es la de proteger, deberían emplearse hasta que el niño adquiera un nivel de responsabilidad y madurez que permita retirar cierto control”, sostiene González @OscarG_1978 de Escuela de Padres con Talento.


Por su parte, Marta Bermejo, psicóloga y directora técnica del centro de psicología Psicomaster se lamenta que “iniciamos a los hijos en el uso del móvil a edades muy tempranas creándoles esa necesidad”.  Así, y en muchas ocasiones, el único control que ejercen las familias es el del gasto y desconocen el verdadero uso que hacen de él.

Funcionalidades del control parental


A la hora de utilizar un programa de control parental no basta con instalarlo en el dispositivo en cuestión (ordenadores, móviles o tabletas) y olvidarse de él; hay que dedicarle tiempo si queremos que sea efectivo. En líneas generales, este tipo de soluciones incluyen funcionalidades de filtrado de páginas web inapropiadas para su edad en función de temáticas o tipos de contenidos; establecimiento de unos horarios para conectarse; o tiempo máximo que pueden permanecer conectados.

Algunas de ellas incluso disponen de control de aplicaciones (por ejemplo redes sociales o programas de mensajería), geolocalización, bloqueo de llamadas, función de supervisión de búsquedas o servicios de notificaciones y monitorización para consultar cuál ha sido la actividad de estudiante durante el tiempo que ha permanecido conectado. “El control parental ayuda a poner un límite importante, pero no tiene que ser el único. Debe haber otros como el diálogo familiar, potenciar aficiones y actividades sociales….”, sugiere González.

Los riesgos de la navegación libre


El establecimiento de estos límites es importante porque, en caso contrario, los riesgos a los que se enfrentan los escolares serían aún mayores como, por ejemplo, cambios que podrían afectar a su manera de ser, horarios de sueño, tendencia al aislamiento, un descenso notable en el rendimiento académico… “Siempre destaco que necesitan que les guiemos y acompañemos por las calles y parques de Internet, en ese mundo virtual que tiene tantos o más peligros que el real: sexting, grooming o ciberbullying. Son problemas que debemos abordar desde la supervisión, acompañamiento y orientación por nuestra parte”, concluye Bermejo.


AUTOR: Regina de Miguel @DemiguelRegi3_0