Muchos alumnos
cometen el fallo de emplear siempre el mismo método de
estudio, sin reparar en algunos detalles como son: el tipo de
materia que se preparan o el tipo de examen al que posteriormente se van a
enfrentar. El alumno tiene que reflexionar sobre este tema.
¿Adaptas tu método
de estudio al tipo de examen? ¿Estudias siempre igual, independientemente de
cómo sea tu examen: desarrollo, tipo test, preguntas cortas, práctico u oral?
Piénsalo detenidamente.
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Evidentemente no has de estudiar siempre igual, debes de adaptar tu método de
trabajo a la modalidad de examen que vayas a tener. El método
de estudio que sigas para estudiar un examen de desarrollo extenso, no será
eficaz para preparar un examen de preguntas cortas o tipo test y viceversa.
Lo más
importante de todo es, que previamente tengas la información que necesitas sobre el examen: cómo
será, tipo de preguntas que te harán, contenido concreto que has de estudiar,
cómo te puntuarán, qué capacidades necesitas para abordar con éxito ese examen,
etc. y después pienses en cómo has de realizarlo y preparártelo.
Un
examen de desarrollo, precisa de realizar un trabajo previo de comprensión y organización de las ideas generales
y específicas del tema a estudiar. Para ello deberás comprender
bien la estructura general del tema y realizar esquemas generales y específicos que te permitan
llevar bien estructuradas las ideas en tu cabeza.
Un
examen de preguntas cortas o tipo test precisa,
además del trabajo previo de compresión y organización de
las ideas, fijarse sobre todo en aspectos
concretos como son: definiciones, conceptos, características,
fases, funciones, etc. Las preguntas serán mucho
más concretas, por lo que el estudio ha de dirigirse mucho más a los
detalles. Este método de estudio es más
memorístico que el empleado en un examen de desarrollo amplio.
En los exámenes tipo test, además suelen
plantearnos preguntas “trampa” por lo que durante el
estudio, deberás anticiparte, localizar, deducir y extraer
aspectos como pueden ser: diferencias, similitudes, rasgos,
características, etc. que en muchas ocasiones vienen camuflados en el desarrollo de texto.
Los exámenes prácticos requieren de una
preparación previa sobre los aspectos prácticos que puedan aparecer en el
examen. Es imprescindible la experiencia práctica para poder abordarlos con
éxito, por lo cual busca material que te permita
practicar y adquirir las habilidades que necesitas.
Por último, el examen oral, requiere también un trabajo previo de comprensión y organización de las ideas. Resulta
muy útil la preparación de un guión cronológico sobre
los aspectos que debes tratar en la exposición. Llevar muy bien ancladas las
ideas en la mente y saber expresarlas
coherentemente. La práctica para una exposición oral es imprescindible, por lo que deberás practicar tu propia exposición.