No te propongas estudiar para los exámenes,
proponte estudiar para las clases.
proponte estudiar para las clases.
Nos parece el mejor “despropósito” para este nuevo año que ahora empezamos: No te propongas estudiar para los
exámenes. Simplemente proponte estudiar para las clases. Cada día puedes estudiar para, por lo menos, una clase que tengas al
día siguiente. Tú verás si te da para estudiar dos o tres clases. Sí, nuestra
propuesta es la siguiente: Ya ha pasado el primer trimestre de adaptación. Ya
conoces a los profesores, sus hábitos y sus indicaciones. También sabes las
características de las asignaturas que tienes este curso y, sobre todo, las
dificultades que cada una te suponen. Ahora estás en disposición de estudiar para las clases. Proponte una secuencia temporal de estudio donde aparezca con mayor
frecuencia la asignatura que te suponga mayor dificultad (por la razón que
sea), pero no desestimes el resto de ellas. Al cabo de una semana debes haber
estudiado, al menos en un momento, todas las clases que hayas dado. Si te
propones y cumples estudiar
para las clases, en vez de hacerlo para los
exámenes, seguro que te irá mejor este próximo 2017.
La idea no
es nuestra, aunque sí la hemos desarrollado; se la hemos tomado a Ernesto García y Mariana Meza,
Investigadores de @CIDAC .
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