martes, 24 de octubre de 2017

MANEJAR LA ANSIEDAD INFANTIL

La ansiedad puede definirse como la aprensión o temor excesivo provocado por circunstancias reales o imaginarias. Se caracteriza por una preocupación que provoca una excesiva inquietud. Esta preocupación interfiere en nuestras habilidades.
Todas las personas experimentamos ansiedad en determinados momentos. Es normal que los niños y niñas experimenten ansiedad en determinados momentos, les ayudará a elaborar estrategias para enfrentarla de manera positiva. Pero cuando los niveles de ansiedad en los niños son demasiado altos e interfieren en el funcionamiento diario de los pequeños debemos prestar especial atención y tomar medidas.

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La ansiedad infantil y el desarrollo
  •  Edad preescolar. Los bebés pueden mostrar signos de ansiedad en determinados momentos, frente a personas desconocidas, por la separación de las figuras de apego, etc. Estas manifestaciones de ansiedad son normales e indican un adecuado desarrollo, poco a poco deberán ir desapareciendo.
  • Edad escolar. En este periodo la ansiedad se presenta ante lo desconocido o imprevisto, miedo a animales, a la oscuridad, personajes, etc. Son temores comunes y generales.
  • Pre adolescencia y adolescencia. Los temores se vuelven más abstractos, menos específicos y suelen versar sobre situaciones imaginadas con anticipación, las notas, reacciones de los compañeros o los padres, etc.


Trastorno de ansiedad en los niños.
Estas manifestaciones de ansiedad en niños son normales y necesarias para el desarrollo, pero en ocasiones se torna excesiva. En estos casos pueden aparecer dificultades en el funcionamiento social, personal y académico. Es en estos momentos cuando podemos hablar de un trastorno de ansiedad propiamente dicho, que debemos tratar. Los trastornos de ansiedad más comunes en la infancia, niñez y adolescencia son:
  • Trastorno de ansiedad por separación. Excesivo aferramiento a los adultos cercanos que se mantiene en edad escolar. La ansiedad por separación es normal en niñ@spequeñ@s, pero cuando se mantiene en etapas posteriores hablamos de un trastorno.
  • Trastorno de ansiedad generalizada. Excesiva preocupación e inquietud en una variedad de situaciones.
  • Trastorno por estrés postraumático. Ansiedad que se genera como consecuencia de una experiencia traumática.
  • Fobia social. Temores excesivos a participar en situaciones sociales.
  • Trastorno obsesivo compulsivo. Repetitivos pensamientos difíciles de controlar y necesidad de repetir actos.


La ansiedad y su relación con otros problemas

Cuando la ansiedad no se trata adecuadamente en un primer momento puede ocasionar problemas asociados como:
  • Depresión
  • TDAH
  • Repetidas ausencias a clase.
  • Deterioro en las relaciones con los iguales.
  • Baja autoestima.
  • Descenso del rendimiento escolar.
  • Abuso de sustancias, como alcohol o drogas.
  • Posible ansiedad en la edad adulta.

Trastorno de ansiedad síntomas

Las señales que nos pueden poner alerta de la existencia de un trastorno de ansiedad en los niños y niñas son las siguientes:
  • Dolores de cabeza y estómago.
  • Dificultad para dormirse.
  • Cambios de estado de ánimo
  • Le cuesta separarse de los padres.
  • Hábitos nerviosos (morderse las uñas. Onicofagia)
  • Miedos intensos e irracionales, Preocupación excesiva
  • Problemas de conducta: agresividad, enojo, inhibición, rebeldía.

 ¿Qué debemos hacer?

10 Consejos para ayudarles a cómo tratar la ansiedad.

  1. Localiza el núcleo y actúa sobre el mismo: Cambios en la familia, Horario sobrecargado, Altas expectativas y presión escolar, Información impactante.
  2. Fomenta Hábitos sanos, que favorezcan la relajación: Actividad física, Alimentación adecuada, Descanso, Rutinas
  3. Sé un ejemplo para él, mantén la calma, sonríe y habla con tranquilidad: Los niños aprenden nuestras formas de comportarnos
  4. Da importancia a sus sentimientos: No subestimes lo que le pasa, como adultos nos pueden parecer cosas sin importancia, pero debemos ponernos en su lugar, escucharle y entenderle.
  5. Emplea técnicas de relajación: Juegos, canciones, música relajante, cuentos etc.
  6. Ayúdale a elaborar estrategias para controlar su nivel de ansiedad.
  7. Trabaja los pensamientos o creencias sobre situaciones imaginarias que le crean inquietud.
  8. Ensaya las situaciones con antelación es una manera de exponerle a lo que teme y comprobar que no es para tanto.
  9. Acude a un especialista que te oriente y le ayude al desarrollo de estas estrategias.
  10. Cuida su autoestima y apórtale seguridad.

AUTOR: Celia Rodríguez Ruiz Psicóloga y Pedagoga
@Celia_RodrigRu

lunes, 2 de octubre de 2017

Podemos educar hijos felices

En este taller patrocinado por la Fundación SM Silvia Álava nos habla de los primeros pasos para educar en la felicidad, de 0 a 6 años. Esta experta ofrece pistas para sentar la base de la felicidad en los primeros años, promoviendo la autonomía, ofreciendo más atención en positivo que en negativo, educando en valores y disfrutando de los pequeños momentos. 




Todos y todas queremos que nuestros hijos sean felices, pero quizá haya que explicar qué es la felicidad. Para esta psicóloga,la felicidad de nuestros hijos pasa por hacerlos más capaces”. Silvia nos anima a “ponernos las pilas y educar en positivo”, sacando a relucir una cita de Pitágoras: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”.

Otro de los grandes temas que quiso tratar en su taller fue la sobreprotección: “Los padres helicóptero resuelven problemas antes de que los niños los tengan. Así no aprenden”. Silvia preguntó qué necesitamos para enseñar a los niños a ser autónomos. Nos dio otra clave: tiempo. “Si yo quiero que un niño aprenda a vestirse, a comer solo, a ser autónomo, necesito tiempo”. Si tenemos prisa por las mañanas porque vamos justos de tiempo, optaremos por vestir al niño en lugar de que se vista él solo a su ritmo, por ejemplo. En el tema de la adquisición de la autonomía, “no podemos desaprovechar los periodos óptimos de aprendizaje”: hay un tiempo en el que el niño muestra mucho interés y motivación para adquirir nuevas destrezas (comer solo, vestirse, por ejemplo). Si dejamos pasar esta oportunidad porque tenemos prisa o no queremos que se manche, perderá la gran motivación por aprender y será más difícil adquirir la destreza más tarde. La tentación de allanar el camino a nuestros hijos para que no sufran es muy grande, pero Silvia nos pide que “no allanemos el camino para nuestros hijos, preparémosles para el camino”, o dicho de otro modo, “no pongamos tanto empeño en que no se caigan, sino ayudémosles a levantarse”.
No podemos confundir la felicidad con darles todo, nos advierte Silvia Álava, porque no lo valorarán. La felicidad está más relacionada con el esfuerzo y la constancia. La felicidad, nos quiso contar Silvia, no está reñida con las normas, porque “dan seguridad a los niños. Nosotros nos sentiríamos perdidos si no supiéramos dónde ir”. La experta es partidaria de darles más atención en positivo (cuando el comportamiento es bueno) que en negativo (cuando su comportamiento es malo). Y nos dijo: “no cedamos ante las pataletas porque eso refuerza su conducta. Hay que hacer más caso en positivo y menos en negativo”.