Diez claves para intentar
mantener la calma y ejercer una paternidad positiva
Save the Children España, con la
colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha
publicado una guía con diez consejos prácticos sobre paternidad positiva y buen
trato:
prensaescuela.es |
1.- Haz caso a tu hijo siempre:
atiende y entiende sus demandas. El bienestar emocional y el correcto
desarrollo del sistema nervioso del niño y de sus capacidades (lenguaje,
memoria, atención) dependen de la respuesta protectora del adulto. Si las
necesidades del bebé no son atendidas, experimenta sentimientos de indefensión
que afectan negativamente a su desarrollo.
2.- ¡Ármate de paciencia! Sé
paciente siempre que el niño tenga una rabieta, no quiera colaborar o se
muestre esquivo. Ayúdale a verbalizar lo que siente y trata de confortarle.
Añadir más tensión a la situación con gritos o amenazas no sirve de nada.
3.- Pon normas claras, realistas
y consistentes, ¡pero no cuando estés enfadado o cansado! A partir de los 3
años puedes introducirle normas. Desde pequeño debe tener claro que hay
límites, deberes y responsabilidades. Las normas se establecen sin amenazas,
hablando e implicando al niño.
4.- Déjale participar en las
decisiones: escucha su opinión. A partir de los 5 años, permítele participar en
el establecimiento de normas de convivencia familiar y también en las posibles
sanciones. Sentirá que su opinión importa y desarrollará su sentido de la
responsabilidad.
5.- Demuestra abiertamente que le
quieres, con abrazos y atención. Cuidar el vínculo afectivo desde que es un
bebé y durante las distintas etapas ayuda a superar los conflictos cuando
surgen. Expresa siempre tu apoyo y cariño (te guste o no cómo es o las cosas
que piensa o decide) y dedica tiempo a escucharle: qué le preocupa, qué le hace
feliz, sus miedos… No esperes a que tenga 14 años para hablar con él o para
pedirle que confíe en ti. Será demasiado tarde.
6.- Asume los cambios que se
producen en la adolescencia y adáptate a ellos. No te enfrentes a esa
evolución. Mejor acompáñale en esa nueva etapa ofreciéndole lo mismo que en las
anteriores: afecto, diálogo y normas de convivencia.
7.- Practica la escucha activa.
Presta atención a lo que quiere decirte y devuélvele esta información para
asegurarte de que lo has entendido. Trata de ponerte en su lugar y expresa cómo
te sientes, para que él también te entienda a ti.
8.- No recurras nunca a la
violencia o a la agresividad: no sirve de nada. No utilices actitudes agresivas
como insultos, amenazas o reproches. No lo compares con otros niños. Las
imposiciones de poder como «en mi casa se hace lo que yo diga» o «aquí mando
yo», no sirven de nada, solo generan sentimientos negativos, distancia y
desconfianza.
9.- Respira hondo y piénsatelo
dos veces. Ante un conflicto que te ponga furioso, no tomes decisiones
demasiado rápidas de las que te puedas arrepentir. Es mejor que te des un
tiempo para reflexionar sobre el asunto y tomar una determinación. En todo
caso, no le impongas sanciones poco realistas que no pueda cumplir ni objetivos
desproporcionados o difíciles de alcanzar.
10.- ¡Cuídate y quiérete tú
también! Busca espacios para ti, para disfrutar y relajarte. Ejercer una
paternidad positiva requiere mucho esfuerzo y generosidad. Tu hijo necesita que
seas feliz y estés en plena forma.
TOMADO DE: Ana T. Jack @anatjack
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